martes, 24 de junio de 2008

Compañera-Camarada

Que el otoño no te deshoje
de justicia e igualdad.
Que no te encuentre rendida ni postrada;
Que la lucha sea tu canto
y tu carácter poesía iluminada,
cual versos y estrofas del querido
Armando Tejada.

No permitas
que el invierno sea hostil.
Es tu sueño infinito mástil
donde plantar bandera.
No dejes que la escarcha cubra
tu sonrisa entera.

Son tus manos el amor que
cortan la fría brisa,
en estos días de junio,
que a veces fuerte golpean.
Siembra conmigo en septiembre,
nuestra primavera amada.

Ya las campanas suenan
anunciando la nueva alborada,
es tu deseo y el mío
América liberada.

El verano asoma trayendo lo suyo:
esperanza nueva y renovada.
Llega el sol a esta tierra
de todos, que es la tuya, la mía,
la nuestra.

Por estos lados se siente
que algo nuevo se acerca,
tal parece que aquí ya
no se sentirá agonía,
como aquellos años siniestros
de botas, miedo y silencio.

Celebremos entonces,
por esta nueva vida,
que suene fuerte tu
voz de rebeldía.
Ya estamos todos aquí,
compañera-camarada,
ya llego el día.

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